Sigue encarcelada la pareja infernal; dudan que salgan
LAREDO, TX.- Los padres de la niña Rebecca Zavala, cuyo cuerpo fue disuelto en ácido, siguen encerrados en la prisión del condado y pese a tener fianza, son escasas sus posibilidades de salir en libertad mientras son procesados.
Mónica Yvonne Domínguez, de 37 años de edad, tiene cargos de poner en peligro a la niña y por manipular el cadáver, su fianza es de 175 mil dólares pero tiene dos órdenes de arresto por violar libertad condicional.
Gerardo Zavala, de 32 años, nativo de Nuevo Laredo donde inclusive estudió la secundaria, tiene fianza de 125 mil dólares, los mismos cargos criminales que Mónica pero él tiene una orden de detención de inmigración.
Esto quiere decir que en caso de pagar o garantizar la fianza, las autoridades de la cárcel del condado llamarán a las autoridades de inmigración para ponerlo bajo su custodia.
Además en sus fichas de la cárcel hay una anotación especial donde se indica que ambos tienen cargos criminales pendientes, posiblemente de homicidio.
UN VECINO DENUNCIA
Mónica y Gerardo fueron arrestados por el Departamento de Policía la tarde del pasado jueves 14 de febrero al descubrir los restos de Rebecca Zavala, de 3 años de edad, semi disueltos en un bote de ácido de cinco galones.
La Policía recibió un llamado anónimo, se cree de un vecino que olió los químicos del ácido, denunciando que en el apartamento 11 del complejo de departamentos de Jefferson y Santa Rita estaba ocurriendo algo extraño.
Los oficiales de la ley obtuvieron una orden de cateo del Fiscal de Distrito Isidro Alaniz y acudieron a la vivienda para entrar y hacer una búsqueda. En el closet encontraron el bote de 5 galones con los restos de la menor.
REGRESARON Y NO SE DIERON CUENTA EN PROTECCIÓN INFANTIL
Mónica y Gerardo dijeron a las autoridades que la niña se ahogó de manera accidental en una bañera y por temor a las consecuencias decidieron disolver el cuerpo en ácido en lugar de llamar al sistema de emergencia 911.
La mujer tiene un largo historial criminal desde 1999 con 17 arrestos y 28 cargos, siete de ellos por causarles lesiones a sus hijos. Inclusive perdió la custodia de la niña Rebecca y se le adjudicó a Gerardo, quien es el padre biológico ya que estaban separados.
Sin embargo, las autoridades del Departamento de Servicios de Protección Infantil no se percataron que la pareja regresó para vivir juntos y sobrevino esta tragedia.
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