Un año de la recaptura del "Chapo"
Este domingo se cumple un año de la recaptura del que fue
considerado como narcotraficante más poderoso de los últimos tiempos en América
Latina, Joaquín “El Chapo” Guzmán, sin que nada haya cambiado en el mundo de
las drogas, pues a pesar de que el capo se encuentra recluido en máxima
seguridad aún goza de su incalculable fortuna y el Cártel de Sinaloa opera con
igual o mayor fuerza que antaño.
Con excepción de las residencias que
conectaban con el drenaje de la ciudad de Culiacán, por donde escapó Guzmán
Loera unos días antes de su detención y unos finos relojes que el personaje
poseía el 22 de febrero de 2014 cuando fue arrestado en Mazatlán, no se tiene
conocimiento de algún otro bien mueble o inmueble asegurados por parte de la
Procuraduría General de la República.
A los presuntos cómplices de “El Chapo”,
atrapados en distintas acciones les incautaron vehículos, armas, cartuchos,
explosivos, droga, dinero y alguna aeronave, pero a Joaquín Archivaldo no le
han hallado ni cuentas bancarias, ni ranchos, ni indicios de esa fortuna que la
revista Forbes le calculó en mil millones de dólares y le mantuvo cuatro años
consecutivos en la lista de los multimillonarios mundiales.
Expertos como el
periodista José Reveles coinciden en que la aprehensión del ex líder del cártel
sinaloense fue en realidad una entrega pactada del capo con el gobierno de los
Estados Unidos, por lo que parte de esa riqueza intocada sería entregada a los
norteamericanos cuando ocurra la extradición internacional del criminal y sea
juzgado en ese país donde le esperan infinidad de cargos.
La estancia del
narcotraficante en la prisión de máxima seguridad “Altiplano”, en Almoloya de
Juárez, en el Estado de México, a donde fue confinado, se reporta sin
incidencias mayores. Sólo en una ocasión, a inicios de marzo, Guzmán interpuso
un amparo quejándose de actos de tortura e incomunicación, pero se desistió del
reclamo al día siguiente.
A mediados del mes de julio pasado se vinculó al sinaloense
con una huelga de hambre que duró cinco días en el penal federal y se resolvió
con algunas mejoras en la alimentación, no así de la mala atención médica de la
que aún se duelen los presos de alta peligrosidad.
Los primeros doce meses tras
las rejas del hombre originario de La Tuna, Sinaloa, se han enfocado a tres
objetivos: combatir los más nueve procesos penales que enfrenta en Juzgados de
Distrito del Distrito Federal, Estado de México, Jalisco, Nayarit, Baja
California Sur y Tamaulipas; promover hasta la fecha 10 amparos contra la
posible orden de extradición a la unión americana; y compurgar las tres
sentencias condenatorias que ya tenía antes de fugarse el 19 de enero de 2001
del Cefereso 2 de Puente Grande y que ya no son impugnables.