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Cártel del Golfo y Cartel del Noreste: las divisiones de la brutal lucha por Tamaulipas

Dos organizaciones y siete células criminales azotan a Tamaulipas, donde los asesinatos por los enfrentamientos entre el Cártel del Golfo y Los Zetas Cartel del Noreste han aumentado hasta un 46 por ciento en los últimos meses.

Gracias a su cercanía con Estados Unidos. Tamaulipas es uno de los principales corredores del traslado de droga, por lo que se ha convertido en una de las regiones más golpeadas por la ola de violencia que vive México desde hace más de una década.

Este miércoles, autoridades localizaron los cadáveres de 21 personas, quince de los cuales estaban calcinados, en la comunidad de Miguel Alemán, en Nuevo Laredo, según informó el fiscal General de Justicia de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica.

De acuerdo con el funcionario, la mayoría de los cuerpos pertenece a un grupo delincuencial, en tanto que otros serían de la célula contraria; sin embargo, señaló que las investigaciones aún están en curso:

Esto me permito adelantarlo, porque no se encontraron armas, quiere decir que el otro grupo se las llevaron” [sic]

De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), actualmente Los Zetas y el Cártel del Golfo son las dos organizaciones que operan en Tamaulipas, pero de estos se desprenden al menos siete células delictivas, mismas que disputan el control del territorio.

El grupo delictivo de Los Zetas se fracturó en dos células criminales tras la captura de sus líderes: Los Zetas Vieja Escuela, formada por miembros fundadores, y el Cártel del Noreste, liderado por la familia Treviño Morales.

El jefe del Cártel del Noreste, identificado como Juan Gerardo Treviño Chávez, alias El Huevo, asumió el control de la organización tras el abatimiento de Heriberto Lazcano, mejor conocido como El Lazca.

Por su parte, Los Zetas Vieja Escuela tenían como líder a José María Guizar Valencia, El Z-43, capturado en febrero de 2018 en la Ciudad de México, y hasta el momento se desconoce quién se quedó a cargo del grupo.

Mientras tanto, del Cártel del Golfo

parten cinco células delictivas que operan y se disputan el control del territorio tamaulipeco; por una parte están Los Metros y Los Rojos, que protagonizan una encarnizada guerra en municipios como Reynosa y Matamoros.

En Los Metros se encuentran los principales desertores del Cártel del Golfo que combatieron a los integrantes de la familia Cárdenas Guillén; en Los Rojos se ubican quienes fueron leales a la familia fundadora y a sus aliados, y actualmente fungen como su brazo armado.

Por otro lado, se encuentran Los Fresitas y Los Dragones, cuya guerra intestina se dio a conocer en 2014 y 2015, luego de que aparecieran varios cuerpos y narcomensajes haciendo referencia a su rivalidad; sin embargo, estos grupos delictivos no solo se dedican al narcotráfico, sino también obtienen ingresos del robo de hidrocarburo en Tamaulipas.

Los Fresitas y Los Dragones aseguran contar con la protección de mandos de las fuerzas federales y la Policía Estatal, pero también operan con el apoyo de funcionarios de Pemex, que les facilitan el robo de aceite y combustible.

La quinta célula criminal del Cártel del Golfo

es Los Ciclones, liderada por Alfredo Cárdenas Martínez, alias El Contador, según informes de la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

Alfredo Cárdenas es sobrino del líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, por lo que Los Ciclones tienen alianzas con Los Rojos y Los Fresitas, para combatir a los integrantes de Los Metros y Los Dragones.

Según datos oficiales, debido a la terrible guerra que mantienen Los Zetas y el Cártel del Golfo, aunada a las rivalidades intestinas en ambas organizaciones, hasta el mes de noviembre en Tamaulipas

se contabilizaron cerca de mil 500 homicidios, así como decenas de desapariciones de personas sin aparentes vínculos con el narcotráfico o el crimen organizado.
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