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El sanguinario final de “El Z-12”, líder fundador de “Los Zetas”

Luis Reyes Enríquez, uno de los hombres más cercanos a Osiel Cárdenas Guillén, tuvo uno de los finales más oscuros que la vida criminal te puede dar

Luis Reyes Enríquez, alias “El Z-12” o “El Rex”, fue uno de los líderes fundadores de “Los Zetas”, su muerte pasará como una de las más sanguinarias incluso para el narcotráfico. 

De joven, Enríquez era parte del Ejército Mexicano, pero no era cualquier soldado, era miembro del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafe). 

También fue comisionado en la Delegación de Tamaulipas, como agente de la extinta Policía Judicial Federal.No duró mucho. En 1999 solicitó su baja para luego formar parte de una nueva organización criminal, “Los Zetas”. 


Formada originalmente como brazo armado del Cártel del Golfo, “Los Zetas” estaba conformados con desertores del Ejército. 

“El Z-12”, su nombre clave, fue parte de los fundadores y se convirtió en hombre cercano de Osiel Cárdenas Guillen, el histórico líder del Cártel del Golfo.

Con el respaldo de Cárdenas Guillen, Enríquez era el encargado de las operaciones del Cártel del Golfo en San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro, Durango, el Estado de México y hasta la capital del país. Cuando Osiel Cárdenas fue detenido y extraditado a Estados Unidos, en 2003, “Los Zetas” ampliaron sus prácticas delictivas al tráfico de personas, secuestro y extorsión a empresarios.


Poco a poco, “Los Zetas” se fueron separando del Cártel del Golfo volviéndose una organización criminal independiente.

Con la muerte de Heriberto Lazcano, “El Lazca”, en 2012, la familia Treviño Morales se hizo del cártel, serían los primeros no desertores del Ejército que liderarían la organización criminal, hecho que no gustó mucho a los fundadores. 

La pronta caída de Miguel Treviño Morales, “El Z-40”, y Omar Treviño Morales, “El Z-42”, provocó que se diera la fractura de “Los Zetas”. De un lado los fundadores originales con pasado militar, “Los Zetas Vieja Escuela”, y del otro la familia Treviño Morales, el Cártel del Noreste. 


“El Z-12” formó parte de “Los Zetas Vieja Escuela”.

Fue detenido por primera vez en 2007 por elementos del Ejército en Hidalgo. Ocho años después fue liberado en 2015 del penal de Puente Grande en Jalisco luego de ser absuelto. 

Sin embargo, fue recapturado al año siguiente, en 2016, cuando un fallo ordenó la revocación de su sentencia absolutoria. 

Desde entonces estaba recluido en el penal en el penal federal de Miahuatlán de Porfirio Díaz, en Oaxaca. 

Ahí cumplió su condena, por lo que este año sería liberado. Sin embargo, antes de que alcanzara su libertad, se liberó otra orden de aprehensión en su contra que estaba pendiente en Tamaulipas. 

Por ello fue trasladado al penal de Nuevo Laredo, en tierras tamaulipecas, el sábado 17 de noviembre.

A las pocas horas de haber llegado, “El Z-12” fue apuñalado en varias ocasiones provocándole así la muerte. 

Dicha cárcel está bajo control del Cártel del Noreste, enemigos a muerte de “Los Zetas”, de que Luis Reyes Enríquez era miembro fundador. 

Por si fuera poco, el cadáver de “El Z-12” fue robado la noche del 27 de noviembre, de la funeraria Valdez, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde lo velaban sus familiares.

El robo habría sido cometido por miembros del Cártel del Noreste, quienes desmembraron el cadáver, lo metieron en diferentes hieleras para luego abandonarlas afuera de los penales de Topo Chico, Apodaca y Cadereyta, todos en Nuevo León. 

Los restos estaban acompañados de cartulinas con mensajes amenazantes, firmadas por “Operativa GAFE, Fuerzas Especiales CDN”.
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