Lo que siempre quisiste preguntarle a Santa; “Los niños todavía respetan a Santa. Los borrachos no”
Dado el hecho de que Santa Claus tiene tanto que hacer en tan poco tiempo, cada Navidad contrata gente para que se vista como él para repartir la felicidad navideña. Por lo menos, eso es lo que Marian Fedel le dice a los niños que dudan que sea el verdadero Santa.
Desde 2013, Fedel ha trabajado para Berlin Studierendenwerk —una agencia que ayuda a estudiantes de Berlín a encontrar trabajo—. En 2016, la compañía colocó a casi 230 estudiantes como Santas en eventos infantiles y corporativos. “Puedo ganar hasta 600 euros sólo en Nochebuena”, dijo Fedel.
Además de su trabajo de medio tiempo, el joven de 26 años está estudiando para su maestría en negocios internacionales y consultoría. Entre clases, hablé con él sobre los problemas y tribulaciones de mantener viva la magia de la navidad.
REP: ¿Alguna vez te has sentido mal por mentirle a los niños?
Fedel: Claro que no. Siempre es bonito conocer a niños que todavía creen en Santa. Para mí, esa es toda la magia de Navidad. Conforme han pasado los años, he inventado muchas historias para contar a los niños que están un poco más grandes y empiezan a dudar que Santa sea real. Por ejemplo, les digo que Santa no puede entregar todos los regalos solo, entonces contrata a hombres que se parecen a él para ayudar a distribuir la carga. La mayoría de los niños creen casi todo lo que un hombre vestido de Santa les dice.
¿Cómo les explicas que los niños que tienen papás ricos reciben mejores juguetes que los que no tienen tanto dinero?
La verdad no puedo. La parte desagradable de mi trabajo es que estoy contribuyendo al consumismo masivo de la Navidad. Pero también es mi trabajo repartir la mayor cantidad de alegría festiva posible a quien sea que venga a verme.
¿Crees que deberíamos tener una versión de Santa que no sea un hombre blanco?
Sí. Creo que estaría muy cool. Este año, mi agencia empezó a ofrecerles a los clientes la opción de contratar a una mujer Santa; aunque la demanda no ha sido muy alta. En el pasado, mi agencia sólo tenía a mujeres en la lista de Navidad como parte de un paquete más caro donde se vestían como ángeles de Santa.
¿Cuál es el peor regalo que le has dado a un niño?
Hace dos años, regalé una bruja tan fea que hasta me asustó. No hay forma de que yo pudiera dormir si tuviera que compartir la cama con esa cosa. Lo mejor que he regalado es una batería completa. Esa familia seguro tuvo una Navidad muy cool.
O una muy ruidosa. ¿Qué tan mal hueles después de un largo día trabajando con el disfraz?
Trabajar con este disfraz es horrible; no tienes idea de lo caliente que se pone dentro de esa cosa. Después de un minuto ya estoy sudando como cerdo. Te puedes imaginar lo mal que huelo después de trabajar ocho horas en un cuarto mal ventilado y caliente, mientras finjo estar emocionado al conocer a cada niño.
¿Cuál es la peor experiencia que has tenido en una fiesta de Navidad?
Básicamente todas las fiestas con gente ebria son malas. La peor parte siempre es cuando todos los borrachos quieren sentarse en mis piernas.
¿Alguien ha querido coger contigo porque estás vestido como Santa?
No, por desgracia no. Creo que hay pocas cosas menos atractivas que un hombre vestido de Santa. Además, sería algo tonto, porque no sabes cómo se ve el hombre debajo del disfraz.
Pero, ¿alguna vez has cogido vestido con el disfraz?
Sí, una vez. Pensé que sería un cambio emocionante, pero no fue tan divertido como esperaba. El disfraz es demasiado caliente es como coger con un abrigo invernal. No lo recomiendo.
Cuando trabajas en fiestas de oficina, ¿tratas de adivinar qué compañeros de trabajo están teniendo un amorío?
Normalmente, me voy antes de que empiecen a divertirse ellos. Pero si me contratan hasta tarde, es muy divertido ver cómo se desenvuelven los romances incómodos de la oficina. Lo más divertido que he visto fue en una fiesta de Navidad para una agencia de publicidad, donde una pareja enloqueció en la pista de baile. Sus lenguas estaban por todas partes, parecían dos perros compartiendo un tazón de agua.
¿A quienes odias más, niños mimados o adultos pedos?
Adultos pedos. Siempre se les ocurren ideas que creen que son muy novedosas y graciosas, como pedirme el disfraz para probárselo. No conozco a tantos niños mimados. Los niños todavía respetan a Santa. Los borrachos no.