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Evelyn, la vida de una niña arrancada de la forma más cruel

Naucalpan, Estado de México.- El día 31 de octubre de 2016, leí una noticia que me heló la sangre: una niña de siete años había sido asesinada y su cuerpo dejado en una bolsa en Naucalpan.

A diario encuentro notas escalofriantes de mujeres asesinadas y arrojadas en canales, calles, en sus hogares, que me hacen sentir enojo, rabia e impotencia; sin embargo, el crimen de Evelyn Gutiérrez González me llevó nuevamente a cuestionarme ¿Quién puede tener el corazón tan podrido que pueda lastimar a una pequeñita?

Evelyn fue encontrada asesinada y embolsada el pasado lunes en la esquina del andador Ignacio Zaragoza y calle 13 de septiembre, en la colonia Praderas de San Mateo.

En busca de respuestas me dirigí al municipio de Naucalpan, el quinto municipio más peligroso para vivir en el Estado de México, y al llegar a la calle 5 de febrero, lugar donde vivía Evelyn, nos invitaron a pasar algunas personas que estaban alrededor del ataúd blanco que resguardaba el cuerpo de la niña, con una foto de ella cuando iba al kínder porque actuales no tienen.

Evelyn vivía con su madre Cristina, su hermana mayor, sus tías María de los Ángeles y María de Lourdes, sus primos y tíos.

“Era una niña muy tranquila, no era grosera, no le gustaba que la acompañaran a la escuela, decía que ella ya era grande”, nos narró su tía María de los Ángeles.

Evelyn no tenía 7 años, tenía 10 años, recién cumplidos el 10 de agosto, cursaba el quinto año de primaria, jugaba básquetbol, fútbol y era una niña muy sonriente.

Su tía Elia Osorio nos narró el dolor, la sorpresa por lo sucedido a Evelyn; dijo que salió temprano porque iba a jugar fútbol como a las diez de la mañana, pero la niña no llegó a la escuela.

Aproximadamente a las cinco y media de la tarde de ese lunes fue encontrado su cuerpo a una cuadra y media de su casa; Evelyn fue degollada, “la picaron y la violaron”, denunció su tía.

Tenía 10 años, era una niña, una niña pequeña que no le hacía mal a nadie, “nosotros como familia somos muy tranquilos, nos portamos bien con la gente y si alguna persona se porta mal con nosotras, como los perritos nos dejamos, no podemos ponernos al tú por tú, no nos gustan los problemas, no sabemos quién pudiera hacernos tanto daño”, expresaron las tías de Evelyn.

La sensación de dolor es general en la colonia donde vive Evelyn, la impotencia de saberse vulnerables los hace exigir el ingreso de la marina, de los militares, “de quién sea que nos haga estar seguros”, fue la petición generalizada de estas familias, mujeres, niñas.

El dolor impide al hermano de Cristina, Ángeles y Lourdes, tío de Evelyn, expresar toda esa rabia, esa impotencia, de saber que Evelyn hoy forma parte de esas decenas de mujeres, violadas, asesinadas y dejadas en las calles, como animales en un país indiferente, donde ser mujer implica ser asesinada.
El dolor, el miedo, algunos rasgos de molestia de algunos vecinos quienes nos pedían privacidad nos hicieron salir del lugar encañado en una de las múltiples calles que abarcan colonias marginadas por la indiferencia social y gubernamental; los dejamos atrás al salir del hogar de Evelyn, que el día de hoy saldrá para siempre de su morada para ser trasladada al panteón de San Mateo.

Sin embargo, no dejamos atrás la empatía, la impotencia y el dolor, así como la exigencia de justicia, ahora por Evelyn, la pequeña risueña de 10 años, a quien le fue arrancada la vida, un día antes del día de Todos los Santos.