Muchos se preguntarán para quién trabaja la CNDH; y cuál es su función. He aquí algo de lo que ha hecho Raymundo Ramos Vásquez.
Creó que por más qué le busquemos se puede apreciar en las declaraciones de este Sr. Raymundo Ramos Vásquez qué la única función qué tiene, es la defensa del delincuente y no de las víctimas inocentes qué hemos sufrido a causa de este tipo de personas sin escrúpulos y sin importarle qué se encuentran en ocasiones mejores equipados que nuestras Fuerzas Federales y Estatales.
Veamos lo que dice en el siguiente texto, haciendo mencion de una de las balaceras ocurridas en Nuevo Laredo
Por el video difundido en las redes sociales, es probable que “estemos ante algo parecido al caso Tlatlaya. No hay duda de quiénes son los responsables; no se ve agresión de las víctimas (a los militares) y sin embargo todos terminan con la cabeza destrozada por disparo de arma de fuego, muy probablemente a corta distancia”, dice en entrevista Raymundo Ramos Vázquez, presidente del CDHNL.
Además, los partes informativos revelan que la Sedena no ha aprendido la lección de junio de 2014 en Tlatlaya, donde al menos 15 de 22 personas fueron ejecutadas arbitrariamente por militares.
Ramos añade: “Sin descartar un probable enfrentamiento, vemos que no se detiene a los presuntos delincuentes; más bien se cometen ejecuciones extrajudiciales y se rinde un parte informativo ajeno a la realidad. Lo más grave: ni la Procuraduría General de la República (PGR) ni la de Tamaulipas abren carpetas de investigación por esas ejecuciones”.
Lamenta que, luego de conocerse el video, “ni la CNDH ni la PGR abrieron investigaciones de oficio, como era su obligación”. A ese documento gráfico hay que agregar “las imágenes de las personas con el rostro desfigurado, que no son lesiones que corresponden a un enfrentamiento o agresión. Eso lo podrá aclarar un perito en criminalística”.
El presidente Enrique Peña Nieto recibió una copia de la queja presentada ante la CNDH el miércoles 12. En ella, la denunciante exige “una investigación profunda, imparcial y pronta” sobre los hechos, más aún cuando durante unas dos horas integrantes del XVI Regimiento de Caballería Motorizada que participaron en los hechos resguardaron la escena.
Ramos puntualiza: “No sé si a los militares les den ascensos o bonos por abatir a presuntos delincuentes. Lo que sí sé es que no les importa la población civil. Eso lo vemos por la muerte lamentable de la señora (…) en esa carretera sumamente transitada”.
Por su experiencia en la documentación y denuncia de abusos cometidos por las Fuerzas Armadas –confirmada en recomendaciones de la CNDH–, insiste, “hay elementos para poner en duda los partes militares, porque (personal castrense) siempre se adueña de la escena; lo hemos evidenciado en otros casos.
“Pueden alterar la escena sembrando armas, poniéndoles chalecos a las personas, sembrando droga, sembrando la escena misma, y no hay ninguna autoridad que los frene.”
Destaca que los hechos ocurridos el 3 de septiembre no son muy distintos a los de otras 75 muertes a manos de elementos de las Fuerzas Armadas ocurridas en lo que va del año en Nuevo Laredo. Tenían “disparos en la cara o en la nuca –lo que se conoce como tiro de gracia–, sin que sepamos si son presuntos miembros de la delincuencia organizada o víctimas circunstanciales”.
Ramos resalta que no es el primer caso en torno al cual su organización documenta situaciones que implican a efectivos de la Sedena, de la Secretaría de Marina y de la Policía Federal (PF).
"Ojala nunca este ese guey o su familia secuestrada o asesinada y tenga la urgencia de que solo el Ejército pueda ayudarlos, a ver si cuando este en esa situación cambia suforma de ver las cosas, para que capturarlos si al dia siguiente estan libres delinquiendo otra vez, los policías y soldados dan su vida por atraparlos y los sueltan al instante, mejor no le muevan y Felicidades al Ejército y la Marina"