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Policías de Inteligencia Estatal, acusados de crimen

NUEVO LAREDO, TAM.- Para los integrantes del llamado Grupo de Inteligencia de la Policía Estatal -quienes aparecen como sospechosos de haber participado en la muerte de su compañero Benito García- torturar a sus colegas agentes durante sus interrogatorios se ha convertido en una práctica normal.


Lo anterior queda de manifiesto al observar los incidentes en los que se han visto involucrados no solamente en Reynosa, sino otros municipios del estado.

De acuerdo con reportes periodísticos, el 5 de noviembre del año pasado los integrantes de este controvertido grupo arribaron a Nuevo Laredo para encabezar las investigaciones por el asesinato del entonces jefe de Investigación de la Policía Estatal, el general Ricardo Cesar Niño Villarreal.

De inmediato los integrantes del Grupo de Inteligencia localizaron a la agente Karen Montserrat Villagrán Martínez a quien llevaron a la cabina trasera de una patrulla donde comenzaron a golpearla.

“Me metieron una bolsa en la cabeza y uno de ellos la empezó apretar, me dice: ‘¿estas respirando verda? (sic.), me desespere y rompí la bolsa y le dijo al que estaba de chofer: ‘súbele a la música nadie la va a escuchar’, y luego me dijo: ‘bolsas hay muchas’.

“Entonces agarró otras dos bolsas empalmadas y me las pone y ve que vuelvo hacer lo mismo, me esposaron y me lastimaron, yo les dije que estaban atentando contra mi integridad y ellos me acusaron de pertenecer a la delincuencia organizada”, dijo la agente.

Villagrán Martínez, quien tuvo que ser internada por las lesiones que sufrió durante el interrogatorio, indicó que no sólo la golpearon, también le dieron choques eléctricos.

“No alcanzaba gritar porque tenían bien apretadas las bolsas y eso provocaba que me ahorcara, se enojaron y empezaron a golpearme en el estomago, las costillas, la espalda, las piernas, en donde podían me golpeaban, trajeron un cuadro que daba toques y empezaron a ponérmelo en la cara, en las orejas, amenazaron que ya sabía donde vivía mi familia y que la SEIDO me llevaría” dijo Villagrán Martínez.

Sin embargo, no solo esta elemento fue víctima de las agresiones de los integrantes del Grupo de Inteligencia, otros agentes también fueron golpeados y hasta robados, como Ana María Márquez Valencia.

“Andan encapuchados, les solicitamos su identificación no quieren identificarse con nosotros, nos gritan, nos golpean y uno no sabe lo que pasa, uno de ellos me empujó y me lastimó, tengo una lesión en la espalda y necesito tomar medicamento” dijo.

Incluso en esa incursión por Nuevo Laredo, los integrantes del Grupo de Inteligencia acusaron a algunos de sus compañeros de este coludidos con la delincuencia, como le sucedió a Guadalupe González.

“Cuando me subieron a una unidad me esposaron, me taparon los ojos, la mera verdad no pude identificar a nadie, me amenazaron y me acusaron de ser parte de la delincuencia y me preguntaron ¿Cómo había planeado el asesinato del general? Y luego dicen que son de inteligencia, nunca se identificaron y ya cuando me dejaron si les vi el rostro pero estaban encapuchados”, sentenció.

Otro de los policías agredidos por sus compañeros fue Darío Vázquez Bamaca, quien también denunció la tortura de la que fue objeto.

“Me dijeron que cerrara los ojos, me encintaron con cinta canela y yo pensé que ellos me iban a matar y me golpearon, se subieron arriba de mí, me pisotearon, me ponían una rodilla en la espalda, en cinco ocasiones me torturaron con una bolsa tratándome como delincuente” señaló.

Y aunque cada uno de estos afectados interpuso la denuncia penal correspondiente, ninguna autoridad actuó contra estos elementos encapuchados quienes, meses más adelante, llegaron a Reynosa para continuar con sus prácticas… dejando como resultado una lamentable muerte.