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Detienen a dos traficantes de drogas

Juan Gerónimo Martínez Rangel de 41 años de edad (a) La Tía
NUEVO LAREDO.- Dos presuntos traficantes dedicados a la compra-venta de cocaína en polvo, fueron descubiertos por elementos de la Marina, en los precisos momentos en que iban a realizar una transacción de dicho enervante, sin embargo, uno de ellos resultó ser más sagaz, porque escapó burlando el cerco impuesto.

La única persona detenida fue puesta a disposición del Agente del Ministerio Público del Estado asignado al Centro de Operaciones Estratégicas (COE) donde se le integra una averiguación previa penal por delitos contra la salud en sus diversas modalidades.
El arrestado es Juan Gerónimo Martínez Rangel de 41 años de edad (a) La Tía, el cual se negó a dar su dirección y demás datos personales.
Con la captura de La Tía, se aseguró dinero en efectivo producto de la venta del enervante, así como 50 bolsitas de plástico en color rosa, conteniendo cada una de ellas 0.25 milígramos de cocaína en polvo, las cuales son conocidas como "grapas".
La detención sucedió a las dos de la mañana con 40 minutos de ayer, en la calle Héroe de Nácataz entre las avenidas América y Constitución de la colonia Matamoros.
El narco-menudista conducía una Ford F-150, color blanco, con placas de circulación BEX-5785 del Estado de Florida, EUA, llevando de compañero a otro hombre, el cual escapó del cerco impuesto por los marinos.
Fue en un recorrido de vigilancia por la Héroe de Nácataz, los elementos de SEMAR, avistaron una Ford pick up blanca, cuyo conductor al verlos se detuvo de manera repentina.
Del interior se bajó el chofer y el copiloto, el primero de ellos al estar afuera tiró hacia un lado una bolsa de nylon transparente y después corrieron.
El copiloto logró escapar, no así el chofer (Martínez Rangel) quien fue sometido por la fuerza y al efectuarle una revisión corporal le encontraron en su poder dos mil 470 pesos en billetes de diversas denominaciones, confesando que era producto de la venta de "grapas" (cocaína en polvo).
La Tía se negó a proporcionar el nombre de su cómplice en la venta de enervantes, tampoco quiso dar sus propios datos personales y quien le surte la cocaína para su venta al menudeo.