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Foto de sicarios y halcones de “Los Zetas” de Nuevo Laredo que apenas y saben cambiarse el pañal

Así andan los Zetas en Nuevo Laredo, también con jovencitos que echan a perder su vida desde adolescentes. El comandante "Comino" sale en la foto, fue el que murió un viernes en accidente en la carretera a Piedras Negras.


Hay un uso indiscriminado de adolescentes y de jóvenes, chicos de 10, 14 o 15 años que trabajan como halcones (vigilantes), como sicarios, en el empaquetado de la droga, secuestro de personas o la vigilancia de las casas de seguridad. Los menores se encuentran en la primera línea de violencia, pues incluso participan en combates entre carteles.

Las razones por las que tantos menores se encuentran en la delincuencia organizada son diversas. Muchos fueron víctimas de secuestros masivos; en otros casos sus familias recibieron amenazas para obligarles a trabajar para delincuentes, algunos más se unieron por miedo o porque era su única alternativa de empleo.

También hay casos, que cada ves se viven con mayor frecuencia en que los adolescentes y niños desean unirse a las bandas. Pero el común denominador es que son víctimas o victimarios que padecen la ausencia del Estado, cuya obligación es protegerles.

Los chicos pueden abonar a cambiar sus formas de actuar en las comunidades, ser menos violentos aún cuando sigan siendo criminales. Es algo muy fuerte porque la gente quiere que se salga de la criminalidad. Nosotros decimos: dale empleo para que lo haga porque pedirle a los chavos (adolescentes) que se salgan cuando hoy la criminalidad les permite comer es cuando corren más riesgo.