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Explotación sexual de niños en EU: La pesadilla de Selena inició a los 12 años (Segunda parte)

SEGUNDA PARTE

Ciudad de México, 14 de mayo. Nadie se atreve a dar cifras o a estimar cuántos menores de edad están siendo explotados sexualmente en los Estados Unidos. Ni siquiera el Departamento de Estado en su reporte anual sobre tráfico humano se atreve a especular cuántas son las niñas traficadas como esclavas sexuales.

Sin embargo, un informe del Departamento de Justicia estima que anualmente más de 300 mil niños están en riesgo de ser explotados sexualmente.
Todas las jóvenes que han sido traficadas y vendidas como prostitutas tienen una característica en común: provienen de un hogar disfuncional.
Los expertos que trabajan a diario con las menores que han sido explotadas sexualmente aseguran que los traficantes escogen a quienes son débiles emocionalmente, manipulables y que por lo general tienen a padres ausentes física o emocionalmente.
“Se enfocan en niñas a quienes los padres han abandonado o a quienes no les prestan atención. Muchos traficantes marcan a las niñas con tatuajes como si fueran de su propiedad y lo más triste es que las niñas se sienten bien de finalmente pertenecer a alguien”, dijo la doctora Louis Lee, directora y fundadora de la organización que rescata a niñas de la prostitución, Children of the Night.
La Doctora Lee dijo que la negligencia por parte de la madre o el padre llega al punto que las niñas son vendidas sexualmente por el padrote (pimp) y el adulto a su cargo no se da por enterado.
Las fugitivas
Xiomara Flores, trabajadora social del Departamento de Servicios Infantiles y Familiares (DCFS) del Condado de Los Ángeles, se tomó una pausa al enfrentar la pregunta de quiénes son esas niñas explotadas sexualmente y con la voz quebrada dijo: “las (niñas) que se nos escapan del sistema de Foster Care (cuidado de crianza)”.
Este es un tema muy emocional para ella porque a través de los años ha visto a muchas niñas que huyen del sistema de cuidado de crianza y que son catalogadas como “runaways” (fugitivas).
Desde que las leyes cambiaron en enero del 2014, las trabajadoras sociales y las diferentes agencias policiales han recibido entrenamiento para identificar a las niñas fugitivas como posibles víctimas de explotación sexual.
“A veces me pregunto por qué nunca le pregunté a estas niñas runaways a donde habían estado. Me pregunto, ¿qué pude haber hecho para ayudarlas? Es muy doloroso pensar que hay tantos menores que huyen y que posiblemente terminen en algún lugar vendiendo su cuerpo”, dijo Flores.
Datos de DCFS indican que en 2014 tuvieron a más de 17 mil menores en el sistema de cuidado de crianza.
10 HOMBRES POR 2,000 DÓLARES
Selene tenía que sostener relaciones hasta con 10 hombres al día para cumplir con una cuota de 2 mil dólares
A los 12 años de edad Selena perdió su virginidad con un hombre de 25 años que la rondaba. Un año después se enamoró de otro que le dijo que la amaba y que él se encargaría de cuidarla. Ese bello sueño se convirtió rápidamente en pesadilla cuando la obligó a venderse.
“La dulzura de ese amor se convirtió en una tiranía apenas me fui a vivir con él. Resulta que él tenía a otras cuatro muchachas como yo trabajando en el motel a donde me llevó a vivir. Inmediatamente me dijo que tenía que tener sexo con otros hombres y que mi cuota diaria era de dos mil dólares”, dijo Selena.
Para cumplir con los 2 mil dólares diarios, a veces Selena dice que tenía que tener relaciones sexuales con unos 10 hombres.
“Dependiendo de lo que el cliente quería así se cobra. Por ejemplo, yo podía pasar la noche con dos hombres y cumplir la meta de dos mil dólares”, dijo.
El “padrote” (o pimp, en inglés) de Selena le había dado una tabla de precios. Por sexo oral eran 60 dólares, por sexo vaginal entre 100 a 150 dólares, y 200 dólares por sexo anal. También tenía una tarifa de tiempo, media hora era 150 dólares y por una hora cobraba 200.
“Todo dependía del tipo de cliente y qué deseaba… pero no era yo quien establecía los precios. Era él (padrote). Al terminar la noche, yo le daba todo el dinero a él (padrote)”, dijo Selena, quien jamás menciona el nombre de su explotador.
Ella aún le teme y tanto es su miedo que –como si fuera un personaje de un libro de magia– teme que al mencionar su nombre se materialice su presencia.
“Me controlaba hasta lo que comía. Me daba ensaladas y de vez en cuando pollo asado porque me decía que no quería que engordara”, comentó.
En el cuarto al lado de Selena había una niña de tan sólo 11 años. Selena comenta que después de que se iban los clientes, la escuchaba llorar casi a diario.
“Yo no sé cómo ella había llegado a ese motel, nunca pude hablar realmente con ninguna de las otras muchachas que estábamos bajo el control de él. Pero sabiendo cómo era él, seguramente todas nos habíamos enamorado en algún momento de sus atenciones y nos habíamos quedado en esa vida por miedo”, dijo Selena.
Por dos años Selena tuvo relaciones sexuales por dinero. Ella dice que se trataba de convencer que estaba bien vender su cuerpo y que no tenía otra opción. El padrote la había convencido que si trataba de huir él mataría a su madre o a alguno de sus tres hermanos.
El 24 de diciembre del año pasado, Selena vio un anuncio de Children of the Night en una de las páginas de un periódico local a donde su padrote había puesto un anuncio publicitándola. Él mismo le llevó la publicación para que viera lo que él estaba haciendo por ella.
Cuando tuvo la oportunidad ella llamó a la línea telefónica de ayuda para menores explotados sexualmente y dio la dirección del motel. Agentes de la policía fueron a rescatarla. Desde entonces, Selena está viviendo en el albergue de Children of the Night, recibe ayuda psicológica y asiste a la escuela. Ella quiere terminar la secundaria e ir a la universidad. Su meta es convertirse en trabajadora social y ayudar a otras niñas que como ella cayeron en la explotación sexual.
LA ANGUSTIA DE TODOS LOS DÍAS
Algunas menores no alcanzan a reportar vía telefónica los sitios donde sus explotadores las tienen retenidas.
Cada día, Tania Forrero contesta el teléfono de la línea gratuita de ayuda a niños explotados sexualmente de Children of the Night con la esperanza de poder ayudar a por lo menos una persona más. Y con la esperanza de que Rosa –se ha cambiado el nombre para proteger su identidad– vuelva a llamar.
Hace unos meses, una de las niñas que estaba en el albergue de Children of the Night, salió a una cita médica y ya no regreso. Rosa era VIH positiva y requería servicios médicos constantemente.
“Al poco tiempo de que Rosa se fue, recibí una llamada de ella en la que me decía que había regresado con su padrote (pimp), pero que estaba arrepentida. Me dijo que ella quería regresar al albergue”, dijo Tania.
Rosa alcanzó a decirle que el padrote la había llevado a un motel y que la estaba obligando a prostituirse antes de que la llamada se cortara.
“En el momento en que me iba a decir la dirección a donde estaba, para poder llamar a la Policía y rescatarla nuevamente, escuché que alguien entró a la habitación y le comenzó a gritar. La llamada se cortó… sentía angustia por ella”, dijo Tania.
La muchacha ya no llamó de regreso y no ha intentado llamar desde entonces. Tania teme que el padrote la tenga vigilada todo el tiempo o que su situación sea aún peor.
“Ella necesitaba atención médica. Dudo que el padrote la lleve al doctor o que le dé la medicina que necesita. Para ese tipo de delincuente, las muchachas son desechables… no sé si ella sobrevivió esa noche que llamó. No sé si aún está viva y lo peor es que es posible que nunca me entere qué sucedió con ella”, agregó.