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El milagro de Lydia; todos la daban por muerta

Todos la daban por muerta, pero en el cuarto 207 del Hospital de Especialidades se encuentra convaleciente Lydia Carolina SolĂ­s Salazar, quien estuvo a punto de perder su vida en el choque del autobĂşs de Transportes Frontera, pero de milagro se salvĂł.

El impacto la hizo volar fuera de la unidad y quedĂł inconsciente boca-arriba frente a la cabina. En las fotografĂ­as que se publicaron, ella aparecĂ­a en primer plano... parecĂ­a sin vida.

Para la familia SolĂ­s Salazar es normal que su hija viaje continuamente a Nueva Rosita, ya que son nativos de esa ciudad, pero con raĂ­ces en Nuevo Laredo; sin embargo, no imaginaban que abordar el autobĂşs les cambiarĂ­a la vida.

Sus padres, Lidia Salazar Velázquez y Juan Carlos SolĂ­s Treviño, la llevaron a la Central de Autobuses, se despidieron de ella como acostumbran; ahĂ­ abordĂł el autobĂşs y ocupĂł el asiento nĂşmero 12. 

Todo parecía que sería un viaje normal, tranquilo y sin sobresaltos, incluso en el primer retén, los militares sólo subieron el escalón del estribo, ya que iba tan lleno que no pudieron revisarlo y les dieron el pase.

“Antes del accidente, recuerdo que me quedĂ© dormida, pero el autobĂşs ya iba lleno, es más, los soldados no pudieron revisar como acostumbran y nos fuimos, por lo que me volvĂ­ acomodar y me quedĂ© dormida”, expresĂł Lydia Carolina. 

Los gritos de desesperación hacia el chofer, a quien describió como un hombre de tez blanca y cabello claro, complexión delgada, se comenzaron a escuchar despertándola, justo en ese momento el autobús fue impactado por el tren y partido en dos, quedando a unos cuantos pasos de la cabina.

“El golpe me aturdiĂł mucho, tenĂ­a desprendido mi cuero cabelludo, con una gran cortada en mi frente, mi cuerpo muy adolorido, lo primero que hice fue tratarlos de mover y a la vez entender quĂ© habĂ­a pasado, sabĂ­a que fue un accidente, pero no estaba segura con quĂ© chocamos o si nos volteamos”, dijo. 

Comentó que por la gravedad de las lesiones fue la primera en ser auxiliada y trasladada a una clínica en Anáhuac y como sangraba mucho de la frente, le hicieron tres puntadas, pero de inmediato Protección Civil la llevó a Nuevo Laredo.

Antes de esto, localizaron a su padre, a quien le informaron que su hija habĂ­a sufrido un accidente, sin precisar mayor informaciĂłn, hasta que su hermana le hablĂł y le dijo: “Dime que ella no venĂ­a ahĂ­, que ella no venĂ­a ahĂ­”, pensando lo peor, hasta que de nueva cuenta le hablaron para preguntarle a quĂ© hospital la trasladaban.

Aunque para ellos es un milagro que esté viva y están agradecidos con Dios por haberla salvado, están molestos porque hasta ahora ninguna autoridad local se ha acercado con ellos para saber cómo están o si necesitan algo, lo mismo sucede con la empresa Transportes Frontera.