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El general que no tenía miedo a las amenazas

TRAYECTORIA. Ricardo César Niño Villarreal, de 57 años
de edad, ocupó  un cargo como funcionario de seguridad,
por primera vez, el 7 de mayo de 2012, cuando fue
designado secretario de Seguridad Pública de Cadereyta;
tenía experiencia en el manejo de recursos humanos
, operaciones de inteligencia y logística.
La noche del sábado, el general Ricardo César Niño Villarreal se comunicó con su hijo para decirle que había salido de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y viajaba a Monterrey, Nuevo León

Fue la última vez que Ricardo César Niño Pineda escuchó la voz de su padre, hora y media después de la llamada, aproximadamente a las 22:00 horas del primero de noviembre, el militar fue emboscado y asesinado.


El general retirado viajaba con su cónyuge Florida Jimena Orozco -quien también murió en el atentado- en un coche Tsuru azul modelo 2002, sin escoltas y portando sólo una escopeta calibre .12.

Niño Villarreal, de 57 años de edad, delegado Regional de la Zona Norte de Tamaulipas, era un militar de carrera. Estudió en la Escuela Militar de Aviación, estaba capacitado con cursos y diplomados, mando y estado mayor aéreo.

Además, tenía experiencia en el manejo de recursos humanos, operaciones de inteligencia y logística.
El general en retiro ocupó un cargo como funcionario de seguridad, por primera vez, el 7 de mayo de 2012, cuando fue designado secretario de Seguridad Pública en Cadereyta, Nuevo León.

El reto era ambicioso. Desde 2010, Nuevo León era zona de "guerra". Grupos del crimen organizado buscaban el control de las rutas de trasiego de drogas a Estados Unidos.

La espiral de violencia se extendía por varias ciudades del estado, entre ellas Cadereyta, que alcanzó un punto extremo siete días después de la llegada del militar, el 14 de mayo de 2012, cuando sobre el kilómetro 47 de la carretera libre Reynosa-Matamoros fueron abandonados 49 cuerpos desmembrados.

Niño Villarreal, a quien sus subordinados recuerdan como un hombre "muy valiente", no se intimidó y continuó su trabajo.
El 14 de marzo de 2014 presentó su dimisión con carácter de irrevocable, luego de que policías de ese municipio visitaron una escuela secundaria, presuntamente para dar una plática de seguridad. Durante su estancia en el plantel prestaron armas a alumnos para que se fotografiaran.


Los adolescentes subieron las imágenes a sus cuentas de Facebook y se desató un escándalo. 

"Su sentido de responsabilidad, lo obligó a tomar esta difícil, pero para él, necesaria decisión", señaló entonces el alcalde José Emeterio Arizpe Telles, quien resaltó que el general había logrado bajar los índices delictivos en Cadereyta.


Dos meses después, el gobierno federal asumió las tareas de seguridad pública en Tamaulipas y dividió la entidad en cuatro delegaciones, una de ella la norte, con sede en Nuevo Laredo, quedó a cargo del general Ricardo César Niño Villarreal.

Los atentados
En un lapso de 30 días, el delegado Regional de la Zona Norte de Tamaulipas fue víctima de tres ataques armados, en el último perdió la vida.

La primera agresión ocurrió el primero de octubre de 2014 en el municipio de Díaz Ordaz, cuando se trasladaba de Reynosa a Nuevo Laredo. En este ataque quedaron cuatro elementos de la Policía Estatal Acreditable heridos.

Ocho días después, el general se trasladaba de Ciudad Victoria a Nuevo Laredo, por la carretera Nacional, y a la altura de la ciudad de Linares, Nuevo León, su convoy fue atacado por hombres armados. En este caso no hubo heridos.

Niño Villarreal y su escolta vieron a unas personas huir entre la maleza luego de que presuntamente hicieron disparos, por ello pidieron apoyo a Tamaulipas.

El tercer ataque fue fatal, el general Niño Villarreal fue agredido a balazos en la carretera libre Nuevo Laredo-Monterrey, a la altura del poblado Vallecillos, Nuevo León, donde hombres armados lo emboscaron y murió junto a su esposa.

Minutos antes, había salido de sus oficinas en Nuevo Laredo rumbo a Monterrey, tres escoltas lo custodiaron en otro vehículo. Eran las 20:00 horas. Tomaron la carretera libre Laredo-Monterrey y cerca del kilómetro 151, los guardias se regresaron a Tamaulipas. A la altura del kilómetro 127.2 de la carretera libre a Laredo, fue rafagueado. En el lugar del crimen fueron hallados más de 100 casquillos percutidos, según autoridades.

En el trayecto el general se percató de que era perseguido, por lo que intentó huir y repelió la agresión con una escopeta. Sus agresores balearon la parte delantera del coche en más de 100 ocasiones.

Las autoridades de Nuevo León mostraron extrañeza porque viajaba en un vehículo antiguo, sin blindaje, y sin escolta, pese a que ya había recibido amenazas y sufrió un atentado del que salió ileso el 9 de octubre pasado, en el municipio de Linares.

Su hermano, Carlos Francisco Niño Villareal, no piensa igual. Asegura que "de vez en cuando -el general- prefería prescindir de sus escoltas para salir a pasear con su esposa, manejándose en bajo perfil para pasar inadvertido. A veces se movilizaba en automóvil y en otras ocasiones en su motocicleta".

Adrián de la Garza, fiscal de Nuevo León, precisó que en la cajuela el general llevaba una maleta con 240 mil pesos en efectivo, producto de su trabajo, pues a funcionarios como él se les da un sobresueldo y una compensación que le proporciona el municipio o el estado.