Abogado de Nuevo Leon es Destapado Como Fuerte Narcotraficante en Chicago y California
Un abogado del estado fronterizo mexicano de Nuevo León enfrenta a múltiples cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero en relación con la distribución a gran escala de cocaína desde Centro America a México, de ahí a Texas y, finalmente, a varias partes de California e Illinois.
Usando como base de operaciones la ciudad industrial de Monterrey, Nuevo León, Jacobo Isaac “Voltarén” Rodríguez Obregón desempeña un papel clave en el contrabando a gran escala de cargamentos de cocaína desde Nicaragua y Costa Rica a México y finalmente a varias ciudades estadounidenses en Illinois, California, Texas y otros.
Las autoridades federales de Estados Unidos arrestaron a Rodríguez en Chicago en base a una acusación penal de California que enumera a docenas de miembros de la organización criminal. Rodríguez está en proceso de ser enviado a California para enfrentar un juicio por los cargos pendientes.
En 2007, las autoridades de Nuevo León arrestaron a Rodríguez y le dieron varias multas después de haberlo detenido conduciendo ebrio en un Jeep Grand Cherokee blindado. En el momento de su arresto, Rodríguez trató de huir, lo que llevó a una persecución a alta velocidad que terminó cuando estrelló su camioneta blindada contra una patrulla de policía del municipio de San Pedro.
También en 2007, Rodriguez fue detenido en Monterrey, Nuevo León cuando junto con otro abogado llamado Javier Garza Cortez y dos ex agentes de policía viajaban en una camioneta blindada que se vio huyendo de una oficina legal en el barrio de Cumbres. El despacho había sido atacado por un comando armado. La camioneta tenía las placas 784-NVA de la Ciudad de México. Las autoridades liberaron a Rodríguez poco después, cuando uno de los ex policías dijo a las autoridades que él era el único armado y que había intentado repeler la agresión. Como las autoridades no pudieron vincular a Rodríguez con ninguna arma, lo liberaron.
Las autoridades nunca revelaron si los dos abogados fueron el objetivo del ataque. Rodríguez y el otro abogado eran socios de un bufete de abogados perteneciente a Manuel Ali Jezzini Martínez, el ex-director de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León que tras su retiro se convirtió en abogado privado.
En ese momento, el grupo había sido contratado para defender al difunto José Luis “El Tubi” Carrizalez Coronado y Francisco Carlos “El Capi” Esquivel Maldonado, dos jefes regionales del Cártel de Sinaloa que habían sido capturados recientemente en Monterrey; El Tubi finalmente fue asesinado por sus rivales dentro de una prisión en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo.
Después de su arresto, el fallecido José Luis “El Tubi” Carrizalez ordenó matar a varios abogados, policías, celadores y un juez en Nuevo León, no está claro si él pudo haber ordenado ese ataque contra sus propios abogados.