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"El Z-40" el capo que no podía dormir hasta que ejecutaba a una persona...

Miguel Treviño Morales, el temido jefe del grupo criminal Los Zetas, no podía dormir a menos que matara, según dijo un ex asesino a sueldo de esa agrupación.

A Treviño Morales le encantaba cazar, lo mismo venados que personas, comentó Rosalio Reta, un sicario adolescente que se hizo famoso por su participación en una ola de asesinatos en Estados Unidos ordenados presuntamente por el líder de los Zetas, En una entrevista en la cárcel en 2017, Reta estuvo de acuerdo en hablar sobre su antiguo jefe, quien lo reclutó cuando tenía 13 años.

Para la entrevista, Reta exigió que no se divulgara su nombre hasta que Treviño estuviera muerto, “No puede dormir, tiene que matar algo”, dijo Reta, durante una entrevista en la unidad penitenciaria Gib Lewis, en el este de Texas, donde cumple 70 años de cárcel por asesinatos cometidos en Laredo.

“Tiene que gustarle lo que ve para matarlo. Prefiere matar un caballo o una vaca que un venado”, agregó.

En la brutal guerra del narcotráfico en México, donde las torturas y las mutilaciones son comunes, resulta difícil establecer que la brutalidad de una organización criminal supera a las otras. Sin embargo, funcionarios han indicado que Treviño Morales, es uno de los más sanguinarios.


Inteligente y despiadado

Diversas entrevistas con Reta y policías, así como testimonios ofrecidos en corte por ex aliados de Treviño, lo describen como un individuo inteligente y despiadado que dirigía un grupo de narcotraficantes que participaba en numerosas actividades criminales y lavaba decenas de millones de dólares en Estados Unidos.

Treviño era un delincuente común en Nuevo Laredo que fue escalando rangos hasta llegar a convertirse en jefe del mayor cartel de narcotraficantes de México con tentáculos por todas las Américas.

En Estados Unidos, Treviño está acusado de tráfico de drogas, chantaje sistematizado, lavado de dinero y asesinato.

Eduardo Sánchez, portavoz de cuestiones de seguridad del gobierno de México, dijo a periodistas que en ese país penden varios cargos sobre Treviño Morales, como homicidio, pertenecer al crimen organizado, torturas, lavado de dinero, contrabando de armas y el secuestro y matanza de casi 300 inmigrantes de América Central en el pueblo de San Fernando, en el norte de México.