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Testigo: Zetas cocinaron cuerpos de desertores en barriles llenos de ácido y mataron a personas inocentes

Marciano Millan Vasquez Ex Zeta Detenido 
Cuando un integrante de alto rango de Los Zetas de pronto se saliera del cartel y se rindiera a las autoridades de EU en 2011, sus jefes respondieron por medio de secuestrar y matar a más de 300 personas en el norte de México, declaró el martes un testigo federal durante el juicio de un hombre acusado de haber sido un sicario para Los Zetas.

Los principales líderes de Los Zetas ordenaron reunir a los asociados traidores — cualquiera que “oliera como” el desertor, dijo J. Rodríguez, un ex integrante de Los Zetas. Dijo que el cartel se deshizo de las víctimas por medio de “cocinarlos” — colocando sus cuerpos en tanques o barriles llenos de ácido para quemarlos utilizando diesel.

El testimonio de Rodríguez llega al juicio de Mariano Millan Vasquez, de quien dicen las autoridades ascendió para convertirse en comandante de operaciones de Los Zetas en Piedras Negras, México.

Millan fue arrestado el año pasado mientras supuestamente vivía bajo un nombre falso en San Antonio y enfrenta varios cargos, incluyendo matar para fomentar los crímenes del narcotráfico, distribuyendo grandes cantidades de narcóticos y mintiendo a los agentes federales acerca de su identidad.

Rodríguez, un ciudadano de EU con residencia en Texas, abrió la parte del caso del gobierno que se enfoca en lo sucedido en Allende, un pueblo cercano a Piedras Negras, donde en marzo del 2011 comandos de Los Zetas supuestamente demolieron gran parte del pueblo y secuestraron a varios residentes, a quienes nunca más se les volvió a ver.

Conforme entregaba 1 millón de dólares en procedencia de drogas a Millan y a otros Zetas en 2011, supo que Mario Alfonso Cuéllar, mejor conocido como Poncho Cuélar, y su mano derecha, Héctor Moreno, había dejado el cartel y que eran sospechosos de ser soplones, testificó Rodríguez.

Rodríguez dijo que además de ser de alto rango, Cuéllar era también el padrino de los hijos de Omar Treviño Morales, “Z-42”, quien entonces era el tercer líder en el cartel, después de su hermano, Miguel Ángel Treviño Morales, mejor conocido como “Cuarenta” o “Z-40”.

Cuéllar, según testificó Rodríguez, también era sospechoso de robar alrededor de 10 millones de dólares de los Treviño. Las órdenes eran “vayan y recogen a cualquiera que huela como Poncho Cuéllar”, testificó Rodríguez. Dijo que Millan y otro alto integrante le pidieron ayuda para obtener las direcciones donde Cuellar pudiera ser ubicado.

El Fiscal Asistente de EU, Russell Leachman preguntó si los niños deberían ser levantados también, y Rodríguez dijo que no importaba: “mujeres, niños, adultos”. Algunos no tenían nada que ver con el cartel o las drogas, dijo Rodríguez.

“Había muchas personas… más de 300 personas”, testificó Rodríguez, relatando lo que dijo que le dijeron integrantes de alto rango del cartel para quienes trabajaba.

Eran personas de Allende, Morelos, Acuña, Piedras (Negras), las áreas circunvecinas”, respondió Rodríguez, citando pueblos en el estado de Coahuila. Tan solo en Piedras Negras, “me dijeron que tenían 40 personas arrodilladas, y ellos solo pum pum pum”, testificó. “Los mataron”.

l testigo, de 39 años, un traficante de marihuana y en espera de sentencia; relató ante el jurado haber presenciado cuando Millán Vásquez, reía mientras utilizaba un hacha para cortar a una niña de seis años frente a sus padres. A la vez que le decía al padre de la menor: “Así me puedes recordar”, relató el testigo éste miércoles en el juicio que se desarrolla en San Antonio

El testigo presencial de tales hechos, señaló que posteriormente Marciano “Chano” Millan ordenó la muerte de los padres de la menor.

El Fiscal Asistente de EU Ernest González, del Distrito Este de Texas, procesó a Cuéllar y dijo en una entrevista telefónica el martes que Cuellar cumple una condena por cargos relacionados a tráfico de drogas. Dijo que Cuéllar ha cooperado y testificado en tres ocasiones en juicios federales en Texas contra otros operadores de Los Zetas.

Rodríguez fue sentenciado a cadena perpetua después de un juicio en San Antonio en 2014, sin libertad condicional por narcotráfico y conspiración en el secuestro de un hombre de Eagle Pass quien fuera retenido por un rescate de 2 millones de dólares relacionados a la pérdida de un cargamento de cocaína. Rodríguez dijo que estuvo de acuerdo con testificar para el gobierno en varios casos a fin de obtener una reducción de sentencia a 25 años.

Rodríguez también testificó acerca de otras personas que le dijeron fueron asesinadas por el cartel en otras ocasiones, incluyendo Victor Cruz, su esposa, uno de sus hijos pequeños, y un amigo de su hijo. Otros, dijo, incluyeron al ciudadano de EU Severino Abascal Villarreal, de quien el cartel sospechaba había ayudado a agencias policiacas de EU, y su novia, Alejandra Vanely Silvia Luna.

Rodríguez dijo que comprobó con Millan acerca del paradero de Abascal de parte del padre de Abascal. Pero Millan, indicó Rodríguez, le dijo que “dejara de preguntarle. Lo acabamos de terminar de cocinar… en ácido”.